3. ¿Cómo se pueden gestionar los riesgos de la colaboración interorganizacional?

El siguiente cuadro muestra los riesgos más comunes en las colaboraciones interorganizativas y cómo se pueden gestionar:

Riesgos	Como manejarlos
Pérdida de conocimientos: un socio aporta más conocimientos que otros, que se aprovechan de ellos.	Contratos y normas de colaboración claros
Demasiado hablar, poco hacer	La colaboración significa dejar de pensar en las grandes ideas en solitario y adentrarse en el lío de la resolución de problemas en tiempo real con los demás. El cambio de trabajo de «yo digo, ellos hacen» a un enfoque de «pensamos juntos» parecerá al principio que todo es hablar. Hay que asegurarse de que hay suficiente espacio para ello, ya que a menudo la conversación es la fuente de la innovación. Pero también hay que asegurarse de que el director del proyecto o el facilitador lleguen a hacer las cosas lo suficientemente pronto. Al final hay que hacer las cosas.
El (sobre)intercambio de información.	Para que la colaboración funcione, la información rara vez se queda en un silo, sino que se comparte y a menudo se combina de forma inesperada para replantear los problemas. Para algunas personas, esto puede significar una sobrecarga de información. Para otros, que retienen la información para conservar el poder, el libre flujo de información es una amenaza. Asegúrate de que haya un buen equilibrio y pregunta a menudo a la gente si la cantidad de información es demasiado alta o demasiado baja para ellos. Cree un «estado de flujo».
Miedo a los conflictos	Colaborar significa enfrentarse a prioridades conflictivas. Si se evitan los conflictos, o no se sabe cómo luchar eficazmente, no se conseguirá nada. Saber debatir las compensaciones entre muchas opciones viables significa saber discutir con los demás sobre el negocio de forma más abierta y visible.
Trabajo excesivo	A menudo, la colaboración se produce por encima de otro trabajo. Los participantes ya están muy ocupados con su «trabajo diario» y el nuevo proyecto puede ser especialmente estresante por ello. Hasta que no se resuelven los problemas que cualquier proyecto de colaboración pretende solucionar, un proyecto de colaboración puede resultar a menudo abrumador.
Falta de confianza	Organizar actividades periódicas de creación de equipos
Intereses conflictivos	Asegúrese de que desde el principio y a menudo durante la colaboración se acuerdan los objetivos de la misma y que los socios pueden articular sus intereses. Encuentra la mejor manera de crear un equilibrio de intereses, de dar y recibir, de sembrar y cosechar.
Problemas de comunicación	Los problemas de comunicación pueden hacer fracasar el éxito de la colaboración. Establezca formas de comunicación fáciles y claras, idealmente a través de una plataforma, que tenga toda la información y los KPI y que también dé espacio a los debates. Esto crea transparencia y confianza, facilita la vida de cada socio y le ayudará mucho en la comunicación. Intenta evitar los clásicos correos electrónicos, ya que podrías crear spam y, por tanto, la gente empezará a ignorarlos. Crea reuniones más cortas, pero más frecuentes (como en SCRUM).