4. Cómo desarrollar la adaptabilidad en la oficina.
Para saber adaptarse, es necesario seguir ciertos cambios o consejos que son absolutamente necesarios para poder adaptarse a los cambios, tanto en el trabajo como en el ámbito personal. He aquí una selección de algunos de ellos
- Todo cambia constantemente
Los seres humanos necesitamos cierta seguridad para vivir en paz, y por eso creamos la ilusión de la permanencia, de que todo es estático y nada cambia, pero no es así. Todo está en constante cambio, incluidos nosotros, pero no somos conscientes de ello hasta que el cambio es tan evidente que no tenemos más remedio que afrontarlo.
- Evitar la negación del cambio
En esta situación, hay personas que niegan el cambio, que protestan y se enfadan porque las cosas ya no son como antes. Otros, por el contrario, actúan como si nada hubiera cambiado, ajenos a todo lo que ocurre a su alrededor.
Cualquiera de estas dos actitudes es contraproducente, porque no nos permitirá hacer lo que nos ayudará a superar el cambio: adaptarnos a él.
- Practicar la flexibilidad mental
Al igual que un pájaro cambia de rumbo cuando se acerca una tormenta, debemos ser lo suficientemente flexibles como para reprogramar nuestra vida para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Debemos analizar qué ha cambiado y qué modificaciones debemos hacer en nuestro comportamiento o qué debemos aprender para adaptarnos a él.
- Hacer ejercicios de mindfulness y meditación.
En el caso de circunstancias ajenas a nuestro control, en las que no podemos intervenir, en este caso es necesario mantener la calma, previendo posibles soluciones a medida que cambia el escenario en el que nos movemos. Para mantenernos en el estado de relajación adecuado, podemos probar con ejercicios de respiración para calmar nuestra ansiedad.
- Aprender a aceptar el cambio
La piedra angular de la capacidad de adaptación al cambio es aceptarlo. Cuando un aspecto de nuestra vida sufre un cambio (por ejemplo, nos hemos mudado a otro país o tenemos un nuevo trabajo) no suele volver a su estado anterior, por lo que, queramos o no, debemos aceptar esta nueva situación. Como hemos visto anteriormente, negar el cambio sólo provoca malestar y ansiedad. Adopta una actitud positiva y asimila tu nueva realidad.